Miami, una ciudad blindada

Tenemos que llegar al aeropuerto 3 horas antes de la salida de nuestro vuelo, porque despues de validar nuestro ciberticket nos hacen pasar por un lugar que llaman bunker donde tendremos vaciar las maletas ante la atenta y amable mirada de un vigilante.
Luego entramos en un Jumbo de Iberia que seguira el camino del sol, y despues de nueve horas de viaje perdemos la carrera por tres, hemos salido de Madrid a las 13:00 h y llegamos a Miami a las 16:00
En el avion el ambiente se va relajando, surgen nuevas relaciones, intercambo de direcciones, y momentos de confidencias
Las azafatas permiten casi que nos sirvamos las bebidas, y en algunas partes el suelo de aparato parece el suelo de una discoteca con vasos de plastico y servilletas de papel usados.
Desde la ventanilla del avion la ciudad, construida sobre un manglar, ofrece un imagen seductora; con su edificios altos en la playa y larga extension de casa bajas rodeadas de jardines con arboles y palmeras; el trafico, un sabado por la tarde, parece fluido en comparacion con el agobio de las ciudades europeas
En el control de Inmigracion se forman largas colas, donde un funcionarios pasan con cada pasajero del orden de 20 minutos, con preguntas que a mi me parecen absurdas.
Luego te toman las huellas del indice de la mano izquierda, el indice de la mano derecha y una foto (sonries, por favor)
Son al menos otras tres horas haciendo cola de pie donde alguno pierde la paciencia y yo empiezo a sentir el cansancio acomulado